La páprika peruana ha conquistado mesas en casi 20 rincones del planeta, respaldada por 68 empresas dedicadas a su exportación. En el 2023, Perú marcó un hito al enviar al mundo 37,756 toneladas de esta especia, valuadas en $149 millones, representando un incremento del 6 % en volumen y un impresionante 33 % en valor, según FreshFruit.
El fenómeno no se detiene: su versatilidad en presentaciones permite una comercialización constante a lo largo del año, amparada por cosechas optimizadas que resisten los embates climáticos. Este auge no se limita a una región, pues su producción florece desde la costa norte hasta el sur del país.
Internacionalmente, la páprika peruana ha encontrado terreno fértil en Norteamérica, liderado por México, donde su demanda se eleva con un aumento del 8 % en volumen y un 26 % en precio. Mientras, en Estados Unidos, el crecimiento es aún más notable: un 10 % en volumen y un 29 % en coste.
Europa, aunque menos afectada por la escasez, ha presenciado el declive en las importaciones de esta especia, con España como principal punto de entrada. Sin embargo, los precios aquí son menos favorables en comparación con el continente americano.
No obstante, destinos emergentes como Rusia, Guatemala y Brasil, han dado señales de un apetito creciente por la páprika peruana, con incrementos notables en importaciones y promesas de futuros mercados prometedores.
En medio de este panorama optimista, el 2024 trae nuevos retos, con señales de una desaceleración en los envíos. Sin embargo, el legado de la páprika peruana como exportación líder sigue siendo innegable, esparciendo su sabor por todo el mundo y abriendo caminos hacia nuevos horizontes gastronómicos
Fuente: Agroperú
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